La persona mayor que acompañamos puede requerir ciertos apoyos para realizar las actividades de la vida diaria. En este punto, es importante diferenciar entre independencia y autonomía para no anularla.
Aunque exista algún tipo de dependencia es fundamental respetar la autonomía en la persona, esto es, su capacidad de valerse por sí misma, de tomar sus propias decisiones. Por ejemplo, nuestro familiar puede requerir ayuda para vestirse, pero eso no le quita el derecho de elegir la ropa que se quiere poner. Cuanto más fomentemos su autonomía, más saludable envejecerá.
En el siguiente fragmento del módulo 6 del curso audiovisual Cuidá Bien las especialistas brindan sus recomendaciones, mientras que familiares cuidadoras cuentan su experiencia:
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