El VIH, o Virus de Inmunodeficiencia Humana, es un virus que afecta al sistema inmunológico, que es la defensa de nuestro organismo. Una vez debilitado, el cuerpo queda expuesto a la aparición de enfermedades “oportunistas”, que van desde la toxoplasmosis hasta una neumonía, pasando por un montón de afecciones.
Según datos obtenidos en el 2021, se estima que en Argentina viven más de 140.000 personas con VIH y el 13% de ellas desconoce su diagnóstico. La posibilidad de tener un diagnóstico tardío aumenta con la edad: en varones mayores de 55 años alcanza al 46%, mientras que en mujeres mayores de 55 años trepa al 55%.
Sobre esto Griselda Cuellos, médica especialista en infectología e integrante de la Red de Infectología de Córdoba, nos explicó que con las personas mayores no se habla de sexualidad porque hay muchos mitos en torno al tema. A todas las personas se les ofrecen las pruebas para detectar infecciones de transmisión sexual al menos una vez al año, y lo mismo debería ocurrir al llegar a la vejez.
Cuando cuidamos o acompañamos a una persona mayor con diagnóstico positivo de VIH, debemos hacer foco sobre dos aspectos importantes: la existencia de otras enfermedades o complicaciones y la interacción farmacológica y la vida social.
Muchas personas mayores padecen de enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión arterial), artrosis, deterioro cognitivo, por solo mencionar algunas. Esto significa que pueden estar tomando otras medicaciones, a lo que se suman los antirretrovirales (tratamiento para el VIH). Por este motivo, debemos hablar con el equipo de salud que acompaña a la persona mayor, para reconocer a tiempo las interacciones medicamentosas y sus posibles consecuencias, y evitar una intoxicación.
También debemos acompañar y apoyar su adherencia al tratamiento, lo que puede volverse un poco más difícil con la edad y cuando se padecen otras enfermedades crónicas. Lo mejor es planificar junto con la persona mayor los horarios de medicamentos, y recordarlos en los casos en que notemos un olvido.
Finalmente, en cuanto a la vida social, Griselda nos contó que las personas con VIH, lo que incluye a las personas mayores, tienden a aislarse. Es importante que quienes cuidan presten atención a este comportamiento y puedan brindar apoyo en el momento oportuno.
En el video a continuación, familiares y especialistas explican que una forma de respetar la autonomía de las personas mayores es que sepan qué medicación toman y por qué. El mismo forma parte del módulo 8 de nuestro curso virtual Cuidá Bien.
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