Pensar la ayuda: la red de cuidados

Cuando cuidamos a una persona mayor con dependencia, muchas veces ocurre que son nuestros familiares y amigos más cercanos los primeros en darse cuenta que necesitamos apoyo: empezar a pensar la ayuda. 

El primer paso es reconocer que nadie puede cuidar bien en soledad, mucho menos si llevamos en esta tarea varios años. Con el tiempo, esto repercute en nuestra salud física y emocional, y en nuestra conducta con la persona mayor y quienes nos rodean. 

¿Qué ayuda existe? Para las personas cuidadoras, podemos buscar espacios de contención, de escucha y acompañamiento. Estos son lugares en los que vamos a encontrarnos con especialistas y con otras personas que están pasando por experiencias similares. 

Para la persona mayor, es importante empezar a pensar en una red de apoyo. Mientras más amplia esta red, más beneficiosa resulta para todas las personas que la integran, ya que el o la adulta mayor pueden socializar con más gente y el o la cuidadora principal puede descansar. La red puede estar conformada por amigos, familiares, especialistas y profesionales de la salud, espacios recreativos y mucho más. 

El siguiente video, que corresponde al módulo 7 del curso Cuidá Bien, cuenta con distintas estrategias para pensar la ayuda, por parte de familiares y especialistas: 

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